TÚ, SOLEDAD..., MÍA
Tenías razón acerca de la soledad del poeta...
Y vaya si se acercó,
que los prados quedaron acotados en los versos.
Busqué en las cercas,
la fortaleza de los ecos
y los dedos disparados
saltaron los muros de piedra
burlando cada muesca del lápiz
sobre el papel
que latió con tembloroso pulso
por el tejido en verde
por el que ruedan la castañas..
Con fervor, las caídas hojas crepitan..
Sutiles pensamientos flotan en el agua
abierto el baile del gran Visir
y su bella contra danza
evocando el río en el que nos bañamos
allá, tras la colina
mientras tañen las campanas
cuando callan las trompetas
Isabel Mendieta Rodríguez
Derechos Registrados
Imagen en la red por cortesía de Aurea Mendes
Un último verso recién incorporado por Lord Adsuara
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