jueves, 14 de noviembre de 2019

MANOS DE LAS MIL OBRAS



MANOS DE LAS MIL OBRAS

Tus manos navegaban mi cuerpo
entre las tablas.
Encontré su ritmo
en el umbral de un dolor
diferente.

Su anarquía franqueó
el jardín de mil delicias
y mi nombre,
tantas veces sonado,
visitó la tierra salvaje.

Desorientada, descubrí
todas sus acreditaciones,
cuando la tela de Lavinia
se deshizo del cuadro.

Isabel Mendieta Rodríguez
Derechos Registrados

Imagen: “Minerva al desnudo” de Lavinia Fontana




1 comentario:

  1. Lavinia

    Surcar un laberinto de escenas es recorrer una vida dibujada. Fijarse en unas manos definidas que recuerdan unos dedos fuertes bajando por tu propia espalda es conectar un cuadro con el mismo placer. Y aunque la que lleva el nombre de la hija del rey Latino adorara a Minerva, yo prefiero cuando te veo desnuda llamarte Atenea. A quien le importa tu desnudo si tu mirada desarropa mi alma. Observo ese cuadro donde Ares posa su mano en el final de tu espalda y busco una espada y un escudo para luchar contra el que en Troya empujó a todos los guerreros sin importarle sus banderas. Vete de nuevo con Venus y huye con ella, pero déjame a mí la compañía de esta diosa. Me agacho a recoger la tela transparente que yace, en el suelo, fuera del cuadro y es entonces cuando la duda me invade. Debo ascender a la pintura para estar con la diosa o simplemente he de darme la vuelta porque quien es la verdadera diosa es la que lleva el nombre de la amada de Eneas? Triste vacilación no saber si ser parte del sueño... o soñarlo.

    ResponderEliminar