sábado, 14 de septiembre de 2019

UNA MANO DE SENTIDOS



UNA MANO (DE SENTIDOS)

Me apeteces,
como este almíbar 
que desbanca al chocolate.

Me sabes,
a jarabe de cobertura
de moléculas valientes.

Me hueles,
a viento limpio 
que desplaza mil tormentas.

Me suenas a conocido, 
a vino tinto
a caricias 
y a gel.

Isabel Mendieta Rodríguez 
Derechos Registrados

Imagen: en la red

1 comentario:

  1. He pasado varias veces por esos versos escudrillando el dibujo de sentimientos. La percepción más sencilla es el deseo. El deseo encadenado, no en un instante, sino en un periodo de tiempo. Nadie que no sepa sentir sabe desear de esa manera. Ahora bien, si eres capaz de sentir todo eso en un solo instante lamentablemente te define entre los que en silencio percibimos un sentimiento ajeno para el resto, que generalmente forma parte de una imagen nostálgica o romántica que muchos no aprecian. Hasta aquí la percepción de lo que leo en las primeras pasadas por tus palabras. E imagino que siempre será la piel superficial de alguien que escribe así. Pero una vez que percibes las olas, lo mejor es cerrar los ojos y escucharlas. Y eso he hecho, percibir lo leído con los ojos cerrados. Me imagino que aquí encuentro el estrato de la metáfora. Donde aquellos que te conocen buscarán un símil, pero eso no importa. Para alguien como yo que apenas te conoce, todavía con los ojos cerrados, es cuando ya no me importa si es un mano o un corazón el que se describe o el que siente porque, lo que me agrada, es que me has hecho volar en esos versos. Y eso me ha gustado.

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