DE SU VOZ Y LOS PASOS
Escuchaba su voz,
en el silencio de unas letras
que no llegaban..
Jugaban con el balanceo del mar
mientras revolvía el flequillo del viento.
Los girasoles en la postal,
a punto estuvieron de cruzar al otro lado,
hoy que despierto a los sueños.
Añoro la salvaje melodía
que transformó la inocencia del beso
y desplomó el cuerpo en un susurro..
Se echó a volar,
surcó azules y verdes
convertidos en néctar prohibido de naranjas,
para posar el jazmín junto al oído.
A ciegas, no pierdo la fe
Llegaré hasta donde las alas me lleven
como sus pies,
que ya bailan sobre mis pasos
Isabel Mendieta Rodriguez
Derechos Registrados
Imagen: en la red
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