ÁNFORA
Manos blancas de harina
tengo para quien cocinar
pero deja que antes cubra
de talco panadero
tu cuerpo entero por fermentar,
y distinguir la trigal semilla
afanada en la empresa original
de degustar el fruto
sin cubierta protectora
fuente de alimento almacenado
en la memoria de la piel
entre impulsos de latido
confiados al calor,
con moreno azúcar confitado
en el ánfora de cuello largo
pues asa entre las piernas-asas
la dulce conspiración
de tu voz macerada en otros jugos
que empapan el alma, las sábanas
y el paladar
Isabel Mendieta Rodriguez
Derechos Registrados
Imagen Santos Hu
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