Nocturno
Te busco en el acantilado como poeta maldito... y despechado.
Miro hacia abajo y sé que no tengo perdón... ni derecho a enfado.
Canto el dolor de los abandonados y asumo la desgracia.
Yo abandoné el cielo de mis hijos en mi corazón borracho.
Soy hijo... de la bruma. © Adsuara Guillermo Gil
¿A qué esperas?,
alza tu vuelo.
Despójate de la camisa rasa
que brilla en los reflejos del agua.
Es día de bruma, si
y de luna llena.
Todo funciona,
si me soplas el secreto del ciclo
por el que damos vueltas
Isabel Mendieta Rodríguez
Derechos Registrados
Imagen en la red
No hay comentarios:
Publicar un comentario