LLUEVE CAFÉ
Ahora que el mar recupera la calma
y muestra su inquietante serenidad
deslizo por la tetera mágica
la esencia de este anhelo
que pide al caramelo
que en el campo llueva café,
ojalá.
Ahora que de esta mixtura
bella por exagerada
entre voces jalea
néctar dulce de guayaba
en dados de sabor
lanza un nuevo albor de esta artística corriente
renaciendo así el color
de la blanca y solitaria flor
en el racimo de los versos
iluminados por sus ojos;
sol, sal a la vida y de ella,
deja que llueva la inspiración,
hoy y siempre desde el trópico corazón
que con tambores latidos
invoca a todos los dioses
que llenan de azúcar las cañas
a causa de nuestros temblores
en la noche de los desvelos
en la que vino vestido de ángel
tu amor en grano, de añejo ron
Isabel Mendieta Rodríguez
Derechos Registrados
Imagen: en la red
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